¿Fumas?

¿Qué es lo que sientes cuando no puedes fumarte el primer cigarro de la mañana con un cafelito?

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Si no fumas, seguro que conoces a alguien que fuma y has visto la mala hostia que se le pone.

Pues eso mismo es lo que sienten tus potenciales clientes cuando no le dices las cosas claras, cuando no saben a qué te dedicas, cuando no te encuentran, cuando no les haces caso, cuando dices tonterías…

Es la misma sensación que tienes tú cuando ves que tus resultados están estancados, te saltan anuncios de la competencia en redes sociales y piensas ¿por qué a ellos sí?

Verás...

Si tú, tu negocio, tu marca…, puede hacerle entender las cosas a la gente como si estuvieras tomándote un café con un amigo, tus resultados lo van a notar mucho.

Cuando las marcas se dirigen a nosotros hablándonos claro, como si estuviéramos teniendo una conversación real con alguien, tendemos a crear un vínculo mucho más cercano que cuando olemos el discurso a marketing barato o a vendedor pegajoso con mensajes tipo «somos tu tienda de confianza», «otra forma de vivir el jamón» o los clásicos «estás en buenas manos»  y «la calidad es los más importante para nosotros»

 

La cosa va de estrategia.

Cualquier negocio tiene que hacer tres cosas básicas para existir. Por un lado necesita conseguir clientes potenciales. A esos clientes potenciales necesita convencerlos de que su producto/servicio es la mejor opción para él. Y por último, necesita que esos clientes compren.

Y para conseguir esas tres cosas hay que elaborar una estrategia que nos permita ir avanzando en cada fase y que los clientes sigan el orden correcto.

Una estrategia que englobe el desarrollo de marca, porque una marca no es un logo. Una marca es lo que la gente percibe de ti, de tu empresa, de tu negocio y no lo que tu crees que es.

La estrategia tiene darle una manita de marketing. Pero no de marketing pasteloso como los ejemplos que hemos visto antes, sino de marketing que funciona, el de los humanos, no el de los borregos.

El marketing es buscarse la vida. Como ocurre con todo, tienes que ser ingenioso para conseguir algo y no a base de fórmulas. Es a base de ingenio, de echarle cara, de ser creativos, atrevidos. 

¿Y qué más falta?

Comunicación, de decir bien las cosas. De dirigirte a la persona correcta diciéndole las cosas correctas. Sin fórmulas.

¿Por qué?

Porque las personas pensamos en imágenes pero leemos palabras. ¿De qué te sirve tener un gran producto o servicio si en la cabeza de tu cliente no lo es? Hay que dibujarle en su cabeza que tú, tu producto o tu servicio sois la mejor opción.

 

Escríbeme, tus dudas también son trabajo para mí.

Cuéntame un poco lo que quieres, tu proyecto o la idea de proyecto que tienes y así puedo recomendarte mejor y decirte cuales son los siguientes pasos.